Publicada el 21 octubre, 2019
En el marco de la Ley Micaela, empleados y funcionarios de la Legislatura de Mendoza finalizaron hoy el curso de sensibilización y capacitación en género, dictado en el Nuevo Anexo Legislativo por integrantes de los equipos que trabajan sobre la temática en el organismo.
Esta capacitación se dividió en dos encuentros presenciales y la Casa de las Leyes se convirtió así en la primera institución provincial en cumplir con la ley “Micaela”, que establece la capacitación obligatoria en género para todo el personal del Estado.
Tanto en la primera etapa como en la segunda, las coordinadoras de Género y Diversidad de la Legislatura, Denise Ferrero y Daniela Gallardo fueron las encargadas de brindar dicho curso semi presencial ya que parte del curso fue complementado con trabajos en el Aula Virtual.
Cabe recordar que esta Ley nacional se aprueba tras el brutal femicidio en 2017 de la joven entrerriana Micaela García. Este crimen provocó la inmediata reacción de legisladores nacionales, y luego de un intenso debate en el Congreso sancionaron la Ley 27.499 denominada Ley Micaela o Ley de Capacitación Obligatoria de Género a toda persona que integra los tres poderes del Estado argentino.
El instrumento jurídico es totalmente abarcativo a las máximas autoridades ejecutivas, legislativas y judiciales. Punto que está a cargo del Consejo Nacional de la Mujer, organismo que habilitó en la web una página pública donde se monitorea el cumplimiento del personal y todo funcionario, con los dictámenes que indica la ley.
En tanto, el Senado de Mendoza aprobó a fines de agosto de este año el proyecto de ley que tiene por finalidad la adhesión a las disposiciones de la Ley Nacional 27.499, conocida como Ley Micaela. Diputados aún no aprueba la norma ya que la propuesta se encuentra en tratamiento en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales de la Cámara Baja.
La formación busca generar cambios en las prácticas cotidianas y en la cultura organizacional, para eliminar los estereotipos de género, el sexismo en el uso del lenguaje y la comunicación, la invisibilización del trabajo y las desigualdades en la toma de decisiones y en el acceso a cargos de jerarquía superior.