Publicada el 25 junio, 2025
En el Auditorio del edificio Margarita Malharro de Torres, la Legislatura de Mendoza fue escenario de una actividad centrada en uno de los flagelos más crudos de la criminalidad contemporánea: la trata de personas. En ese marco, se presentó el libro “El delito de trata de personas. Análisis práctico interdisciplinario” (Editorial Hammurabi, 2025), dirigido por Gonzalo Gassull y Lucas Bello, y declarado de interés legislativo a instancias de un proyecto impulsado por la senadora Jésica Laferte, con el acompañamiento de Natacha Eisenchlas.
Lejos de ser una simple publicación jurídica, la obra es una herramienta poderosa de análisis, prevención, intervención y reparación frente a un delito que transforma seres humanos en mercancía. Esclavitud moderna, esclavitud del Siglo XXI, le dicen. Pero sobre todo, es una de las violaciones más graves a la dignidad humana.
El encuentro fue abierto por la senadora Jésica Laferte, quien agradeció la presencia de legisladores, autoridades y referentes sociales, destacando el rol crucial que cada uno cumple en la lucha contra este flagelo. Señaló que, si los presentes habían sido invitados a participar, era porque tienen la capacidad de salvar vidas y transformar realidades. “Si hoy están acá es porque ustedes tienen la habilidad de salvar una vida, una familia y hasta una comunidad”, afirmó.
Laferte subrayó que la reciente aprobación de la ley de Guardianes de las Rutas contra la Trata de Personas, con respaldo unánime en ambas Cámaras, marca un hito fundamental. La normativa apunta a involucrar directamente a la sociedad civil en la prevención, especialmente a quienes están vinculados al transporte, uno de los eslabones centrales del proceso de captación y traslado de víctimas. En su intervención, explicó que la trata se sostiene a partir de la captación, el transporte y la acogida de la víctima, donde se produce su sometimiento a distintas formas de explotación.
“La trata de personas se combate con el trabajo articulado del Estado, las fuerzas de seguridad y la sociedad civil”, sostuvo la senadora, al tiempo que remarcó que las políticas públicas solo tendrán verdadero impacto si cuentan con un sustento territorial. En ese marco, valoró la publicación presentada durante el encuentro como una herramienta accesible, clara y útil para quienes deseen involucrarse en la temática desde cualquier disciplina.
Uno de los autores de la obra, el abogado Gonzalo Gassull, actual director de la Oficina Judicial de la Justicia Federal de Cuyo, remarcó que la trata de personas es uno de los crímenes más graves que existen por su directa afrenta a la dignidad humana. Explicó que el abordaje integral e interdisciplinario es imprescindible y que ningún sector puede enfrentarlo en soledad. Retomó la teoría de las “tres P” —prevención, persecución y protección— surgida del Protocolo de Palermo en el año 2000, y añadió dos pilares más: la asociación (partnership) entre Estado y sociedad, y la promoción de la cooperación internacional.
Gassull también destacó que este trabajo colectivo se da en un contexto en el que Mendoza viene liderando procesos innovadores, como la implementación del nuevo Código Procesal Penal Federal, que pone el foco en garantizar el acceso a la justicia y la protección efectiva de las víctimas. Señaló que estos avances buscan transparentar, simplificar y acelerar los procesos, siempre con el objetivo de asegurar la igualdad de las partes, perseguir las responsabilidades penales y proteger de forma eficaz a las víctimas.
También compartió un mensaje personal al agradecer a sus familiares y a quienes participaron en la creación del libro. Reivindicó el valor del trabajo en equipo como base de toda acción transformadora, y resaltó que el texto fue escrito por psicólogos, abogados, jueces, fiscales y referentes en políticas públicas, todos involucrados en el abordaje cotidiano de la problemática.
Por su parte, Florencia Morán, abogada diplomada en violencia y en ética corporativa, participó en representación de la organización internacional A21, que lucha contra la trata y la explotación desde 2008. Compartió su experiencia desde el activismo y destacó la importancia de trabajar en red. “La trata convierte a las personas en objetos. Quiebra su esencia, la comercializa, la utiliza y la descarta. Por eso es clave generar redes de prevención, tanto en lo institucional como en lo cotidiano”, afirmó.
Morán explicó que, en Argentina, A21 trabaja principalmente en prevención y concientización, y sostuvo que el abordaje debe integrar a la justicia, el Estado y las organizaciones, entendiendo que los mejores resultados se logran cuando se actúa coordinadamente. Invitó a los presentes a interiorizarse sobre el material informativo disponible, orientado a padres, adolescentes y sobre el uso responsable de la tecnología, como una forma concreta de ser agentes de prevención en la vida diaria. “Al terminar el día, todos colgamos nuestros trajes y somos parte de la sociedad. Prevenir empieza en casa, en la escuela, en la calle”, concluyó.
El doctor Juan Ignacio Pérez Cursi, docente, investigador y especialista en derecho internacional y derechos humanos, tuvo a su cargo el análisis del contenido del libro. Celebró la publicación como una herramienta práctica, construida por personas que trabajan directamente con la problemática en distintos ámbitos. “El primer gran mérito del libro es la practicidad. Sus autores son profesionales que abordan la trata desde lo jurídico, lo psicológico, lo social y lo político, pero siempre desde la acción concreta”, indicó.
También explicó que la obra representa un avance respecto al paradigma tradicional de lucha contra la trata, ampliando la secuencia de prevención, investigación y sanción, al integrar la reparación integral de las víctimas como elemento esencial. Remarcó que el nuevo Código Procesal Penal Federal incluye un artículo específico sobre las víctimas, que establece pautas para su acompañamiento, protección y acceso a una reparación efectiva.
Entre otros aspectos innovadores, destacó el abordaje de la trata como delito imprescriptible, en tanto grave violación a los derechos humanos, lo que plantea un debate importante entre las garantías de los imputados y los derechos de las víctimas. A su vez, valoró la mirada sociológica del texto, que analiza las condiciones estructurales que permiten que este delito persista, como la migración forzada y la precariedad laboral en contextos como la cosecha en Mendoza.
La presentación se convirtió en un espacio de sensibilización, donde la política, la academia y la justicia se cruzaron en un mismo punto: la necesidad de enfrentar este delito desde una mirada integral y humanizada. A través de una obra colectiva, se plantearon reflexiones profundas sobre los desafíos que implica combatir la trata en el contexto actual, atravesado por fenómenos globales como las migraciones forzadas, el cambio climático, la pandemia y la expansión de las tecnologías.
La trata no reconoce fronteras ni edades. Se manifiesta en la captación, el traslado y la explotación de personas con fines sexuales, laborales o de cualquier otra índole. Y es, junto al tráfico de armas y de drogas, uno de los negocios más rentables para las redes delictivas internacionales. Por eso, requiere de una respuesta articulada entre los Estados, los poderes judiciales, los organismos internacionales y la sociedad civil.
El libro reúne a más de veinte especialistas de trayectoria en ámbitos judiciales, académicos, legislativos y de organismos internacionales, que aportan desde perspectivas jurídicas, migratorias, psicológicas, sociales y de políticas públicas. Entre los nombres que integran la publicación se destacan Carolina Barone, Diego Luciani, Patricia Gallo, Yazmín de los Santos, María Alejandra Mángano, Alejandra Gatti, entre otros.
Uno de los grandes aportes de la obra es su estructura pedagógica y práctica: parte de un diagnóstico del fenómeno, profundiza en jurisprudencia nacional e internacional, y propone políticas públicas eficaces. Todo ello con una fuerte mirada interdisciplinaria que pone en primer plano a las víctimas: sus historias, sus vulnerabilidades, su dignidad.
Desde la provincia de Mendoza, el compromiso con esta lucha es sostenido. La provincia integra el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas. Además, ha sido escenario de casos judiciales paradigmáticos que reflejan tanto la gravedad de la problemática como la necesidad de reforzar los recursos institucionales y sociales para enfrentarla.
La jornada también sirvió para visibilizar el perfil de las víctimas. En su mayoría, mujeres, niñas, niños, adolescentes y personas migrantes. El denominador común: la vulnerabilidad. La pobreza, la violencia intrafamiliar, los abusos sexuales, el consumo problemático, la falta de redes de contención son factores que, en muchos casos, permiten a las redes de trata manipular, someter y explotar.
En este contexto, la labor preventiva no puede quedar encerrada en la órbita judicial o policial. La educación, la salud, la asistencia social y las políticas migratorias deben asumir un rol activo, así como cada ciudadano, cada comunidad, debe estar alerta y consciente. La trata no sucede lejos, sucede aquí y requiere de todos.
Finalmente, la presentación del libro tuvo un significado especial para Mendoza. Uno de sus directores, Gonzalo Gassull, es oriundo de la provincia. Formado en universidades locales y con una amplia trayectoria en la justicia federal, Gassull ha trabajado en distintos niveles del Estado, tanto en Mendoza como en otras jurisdicciones del país y del exterior, siempre enfocado en la protección de los derechos humanos y la lucha contra el crimen organizado.
El reconocimiento legislativo a la obra y su difusión institucional marcan un paso más en el camino de visibilizar la trata de personas como lo que es: un delito silencioso, cruel, y que solo puede ser combatido eficazmente cuando se lo comprende en toda su complejidad, porque detrás de cada estadística hay una historia rota y frente a cada historia rota, debe haber una respuesta del Estado y de la sociedad que no mire para otro lado.