15/09/2017-
Hace instantes, en el Congreso de la Nación, el Ministro Nicolás Dujovne junto con su equipo realizó la presentación del proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2018. Desde la Oficina de Presupuesto de la Legislatura de Mendoza, realizaremos diversos informes sobre el proyecto y sus implicancias para la Provincia de Mendoza. Compartiremos, a continuación, las primeras impresiones sobre los anuncios realizados.
Si bien la exposición fue breve (menos de 15 minutos), se transmitieron importantes conceptos y los principales números del Presupuesto Nacional. Los datos vertidos en la presentación reflejan que el Gobierno Nacional mantiene un lineamiento claro dentro de la estrategia gradualista, centrado en la disminución del déficit fiscal, resolver las deudas de infraestructura y sociales, juntomal logro de un sistema tributario simple, eficiente y equitativo.
Esto implica un enorme desafío para el 2018 para el Gobierno Nacional, si se tiene en cuenta que los supuestos macroeconómicos utilizados resultan optimistas, frente a las últimas estimaciones de consultoras privadas.
Por el lado del crecimiento económico, el Gobierno espera que el año que viene se siga expandiendo la economía. Esto es una buena noticia, ya que desde 2010-2011 la Argentina no crece dos años seguidos. A la vista de las expectativas de consultoras privadas, cuyas estimaciones para el 2018 van del 2% (menor estimación), al 3,8% (mayor estimación), el 3,5% planteado por el Presupuesto Nacional resulta un tanto optimista. Teniendo en cuenta que los últimos datos del Estimador Mensual de la Actividad Económica refleja un crecimiento anual de entre el 3,5% y el 4%, para cumplir con el supuesto macroeconómico del presupuesto deben mantenerse estas tasas
de crecimiento en forma sostenida durante todo el 2018.
La inflación planteada en el proyecto de presupuesto, sigue la línea de las metas fijadas por el Banco Central, que establecen un objetivo del 10% de inflación anual, comparando diciembre 2017 con diciembre 2018 (inflación punta a punta). Esta inflación punta a punta, en un escenario de desinflación, implica que durante el año la inflación interanual empieza más alta (alrededor del 21%) y termina en el 10% (+-2% según la meta), implicando un 15,7% de inflación promedio.
Las expectativas de inflación se mueven hasta el momento apoyando el escenario de desinflación (baja pronunciada de la misma), pero no en la velocidad requerida para el cumplimiento de la meta establecida por el BCRA. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), muestra una inflación esperada del 18,7% para 2018, es decir, unos tres puntos por encima de lo contemplado en el proyecto de presupuesto.
Mantenerse ligado tan fuertemente a las metas de inflación del Banco Central, le brinda al Gobierno Nacional una pauta clara para limitar el crecimiento del gasto. Dujovne y su equipo han planteado, en este sentido, un crecimiento del 14,8% de los gastos primarios (no tiene en cuenta los intereses de la deuda), llevando el déficit primario a un valor de $395 mil millones ($14 mil millones menos que el valor en que se estima cerrará este año).
Estos valores de déficit fiscal implican no sólo una reducción nominal en el déficit fiscal primario, sino también una reducción como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), llegando al 3,2% del PBI, tal como establecen las metas fijadas en 2016 por el Ministerio de Hacienda, situación que resulta creíble por el sobre cumplimiento de las metas fiscales observadas en 2016 y lo que va de este año.
En estos momentos se puede aseverar que el presupuesto presentado refleja fielmente las convicciones planteadas por el Ministro de Hacienda desde el inicio de su gestión, al recuperar el presupuesto como herramienta de gestión, con un enfoque gradualista que establece un sendero de baja del gasto y el déficit fiscal con disminución de la presión tributaria, con un cambio en la composición del gasto público, reduciendo los subsidios económicos pero amplia el gasto social, a la vez de tratar de incentivar la inversión en infraestructura desde el sector público pero también con participación activa del sector privado. Enorme desafío para el Gobierno Nacional.