Reunión en Buenos Aires con La Pampa por el Atuel: Montero ponderó el diálogo y pidió que se respeten los derechos de los regantes mendocinos

10/08/16-

La Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación convocó a las provincias de Mendoza y La Pampa, a una reunión para tratar la problemática del Río Atuel. Pablo Bereciartúa, subsecretario, envió sendas misivas al gobierno de Mendoza y La Pampa citándolos para tomar parte de la reunión que se desarrolló en el Salón Rojo del Palacio de Hacienda, en calle Hipólito Yrigoyen 250 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por Mendoza asistió la vicegobernadora Laura Montero y por La Pampa, el gobernador Carlos Verna.

_MG_4227

“Quiero dejar en claro que siempre existió voluntad de diálogo, Mendoza a través de sus acciones y hechos -con obras concretas- intentó e intenta lograr una solución de fondo” dijo Montero y amplió la idea “Era una reunión donde, obviamente, yo no iba a firmar desestimiento alguno en la administración del recurso hídrico de mi provincia. Ahora bien, sí concurrí en nombre del Gobierno de Mendoza con las facultades delegadas para buscar soluciones, dentro del ámbito ejecutivo, respecto a las obras que pueden mejorar y solucionar esta situación de larga data”, expresó Montero.  

En la reunión, el Gobernador de la Pampa se mostró totalmente intransigente para dar solución a la problemática, “Verna vino con una posición premeditada, sostuvo que si no se discutía el constituir una comisión de la Cuenca del río Atuel no había más que decir. Y se marchó”, señaló la vicegobernadora mendocina. El mandatario pampeano concurrió acompañado de representantes de su provincia, organizaciones civiles y legisladores de la provincia de La Pampa.

La vicegobernadora Montero pidió continuar la reunión con el Subsecretario de Recursos Hídricos de La Nación, Pablo Bereciartúa, lo que fue aceptado. Luego de ser escuchadas las propuestas de Mendoza para encontrar el camino del diálogo y la solución de fondo, el Funcionario nacional explicó que iba a estudiar los proyectos que proponía Mendoza a los fines de ver su financiamiento y probabilidad de ejecución.

Argumentos de la Defensa de Mendoza

Existe desde hace tiempo una actitud, por parte de la dirigencia política pampeana, conflictiva e intransigente y así se dificulta seriamente el diálogo. Hoy esto quedó en evidencia”, señaló Montero a la salida del cónclave y agregó ante la posición de los reclamos pampeanos “Nuestra respuesta es clara sobre la no participación de Mendoza en el Comité interprovincial para los usos presentes del Agua. Desde ya es un sinsentido que La Pampa administre un recurso que es propio de Mendoza por derecho adquirido y esto lo regula el Departamento General de Irrigación. Ahora bien, la puerta que está abierta es sobre los usos futuros del agua, a lo cual no nos negamos, pero deben venir de la mano de obras”.

 _MG_4220

“La Pampa fundamenta el daño ambiental pretendiendo tener caudales, bajo escenarios inexistentes sin fundamento técnico, ni lógica hidrológica o ambiental alguna. No es con juicios, ni con Comités interprovinciales, ni con fallos que habrá más agua para repartir, pero sí podemos planificar un futuro y tener certidumbre si se realizan las obras”, señaló Montero.

“Ellos aducen problemas ambientales y dan la espalda a una población arraigada hace más de cien años en la zona. Personas de carne y hueso que hicieron muchos sacrificios –acompañados con políticas de desarrollo productivo- para potenciar el sur de Mendoza cuando La Pampa todavía ni existía como provincia. Tan es así, que la Nación decidió invertir construyendo represas, como los Nihuiles, que también tuvo sus afectaciones” y amplió el concepto la Vicegobernadora “Esto el fallo del 87 lo refleja claramente al otorgar las 75.760 hectáreas para regar. Hoy no se riega esa cantidad. Como contrapartida, no se hicieron obras en La Pampa y Mendoza sí las hizo y con recursos propios o endeudándose”.

La vicegobernadora Montero hizo referencia en la reunión al fallo de la Suprema Corte de Justicia, de 1987, que sostiene que hasta que no se rieguen las 75.761 hectáreas de Mendoza no se puede pasar más caudal a la vecina provincia. “Esto es cosa juzgada”, sostuvo y agregó “Dicha sentencia rechaza expresamente la posesión de caudales que reclamaba La Pampa, no permite que se regule la utilización compartida del río Atuel, en tanto y en cuanto Mendoza mantenga sus usos actuales aplicados en las 75.761 hectáreas reconocidas”. 

Según Montero, Mendoza postuló siempre alternativas de solución y citó el tratado de 1992, que brinda como acción de buena vecindad un suministro de agua potable con recursos hídricos externos al río Atuel. Mencionó que en el suroeste de La Pampa existe un limitado aprovechamiento de los recursos hídricos disponibles, “aquí los índices de desarrollo y aprovechamiento del agua son extremadamente bajos en su aspecto cuantitativo”, explicó la ex Senadora Nacional y agregó que según el informe de la Universidad Nacional de Cuyo, La Pampa -en cuanto a los sistemas de riego y conducción, desde el punto de vista cualitativo- presenta «fuertes limitantes en su eficiencia no apreciándose mecanismos tecnificados o modernos que permitan sostener una política adecuada de ahorro del agua».

Montero señaló que La Pampa posee disponibilidades hídricas a través del río Colorado para desarrollar superficies del orden de las 85.000 hectáreas y solo irriga el 10% y que esto es  agua a disposición que no usó durante décadas: «el reclamo de La Pampa no permite garantizar el abastecimiento para usos esenciales del sur mendocino. Más de 200.000 personas forman parte de ese oasis y no son tenidos en cuenta».

_MG_4224

Según la vicegobernadora de Mendoza, La Pampa evidenció una notable ausencia de políticas hídricas, relacionadas con el impacto territorial, hasta la mitad del siglo pasado. Esta falta de políticas claras, vinculadas además con el trazado férreo y el desarrollo inmigratorio, ocasionaron un fuerte desequilibrio territorial. “Se pretende culpar al Atuel de esto y lo cierto es que durante todo ese tiempo, fue la franja oriental de La Pampa el polo de su desarrollo, dejando olvidado los departamentos alejados de Santa Rosa. El abandono del ferrocarril en los ochenta, las crisis económicas y la falta de inversión en servicios de infraestructura y logística produjo el abandono de las tierras productivas de La Pampa. No por la falta de agua. Prueba de ello es que La Pampa ha excluido de sus propias políticas el desarrollo de alternativas de suministro –como acueductos que ha construido en el resto de su territorio para aplicar caudales del río Colorado-. Es más, dió de baja proyectos incluidos en planes nacionales de infraestructura como es el caso del acueducto Puelén-Santa Isabel”.

Laura Montero indicó que Mendoza no se detuvo con las obras, de hecho impermeabilizó más de 132 kilómetros (entre canales matrices y derivados) y citó el Canal Marginal del Atuel,  construido durante la gestión de Julio Cobos, cuando ella era Ministro de Economía.


Crisis hídrica y cambio climático

Montero al finalizar el breve encuentro mantenido con Bereciartúa y Verna, afirmó que las consecuencias del cambio climático en la región. Esto se traduce en cambios con una menor oferta hídrica en los oasis del Cuyo, particularmente en los ríos San Juan y Mendoza y adelantos de los picos máximos de escorrentías y disminución de los caudales de verano, que afectan seriamente las cuencas del Diamante y el Atuel.

“Además –según sostuvo Montero- La Pampa omite algo importante: el último lustro es el más seco en 60 años. Los cambios climáticos han modificado, sin lugar a dudas, los caudales. La Pampa no considera ni siquiera los pronósticos al respecto que hablan de disminuciones que van entre el 10 y el 30 por ciento para los próximos años en la zona de la Cordillera central. Las poblaciones del oasis del oeste mendocino han subsistido y subsisten gracias a las precipitaciones níveas. Los glaciares sufren un permanente y marcado retroceso y son la reserva de agua más importante de Mendoza”.

Finalmente, Montero explicó que hay otro dato que La Pampa omite decir y tiene que ver con que, justamente, se ve beneficiada por el cambio climático. Agregó que “se incrementaron sus disponibilidades hídricas, como consecuencia de un aumento en las precipitaciones y el desplazamiento hacia el oeste de las isohietas. En la zona que la provincia de La Pampa designa como “afectada” por la falta de caudales, tuvo –entre el año 1980 y 2000- cien milímetros más de agua de lluvias. Mientras Mendoza pronostica una baja del 30 por ciento de la disponibilidad de agua, La Pampa tiene aumento de aportes pluviales”.