Publicada el 15 diciembre, 2025
En el Auditorio ubicado en el edificio Margarita Malharro de Torres se realizó un acto de reconocimiento a la obra literaria “No todo era viña, no todo es viña: Historia y Patrimonio en el Cinturón Verde de Mendoza”, del arquitecto e investigador Matías José Esteves. La distinción fue otorgada por el Senado provincial a partir de un proyecto legislativo impulsado por la senadora provincial Yamel Ases.
De la actividad participó la legisladora autora de la iniciativa y del propio Esteves, quien recibió el reconocimiento por un trabajo académico de gran magnitud, que aporta una mirada integral sobre la historia, el patrimonio y los desafíos actuales del Cinturón Verde mendocino.
La obra se vincula directamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, en particular con el Objetivo 11, meta 4, orientado a la protección del patrimonio cultural y natural, y con el Objetivo 12, meta 8, que promueve el acceso a información y conocimientos para el desarrollo sostenible y estilos de vida en armonía con la naturaleza. En ese marco, el libro propone reflexionar sobre la construcción de un ecosistema productivo regional que incorpore innovación tecnológica y fortalezca tanto a los sectores tradicionales como a los emergentes, con impacto en la matriz socioproductiva local.
Durante el acto, la senadora Yamel Ases destacó que la distinción reconoce el valioso aporte académico de una investigación desarrollada a lo largo de cuatro años, que reúne más de 600 páginas de análisis histórico, arquitectónico, productivo y paisajístico. El trabajo examina con rigor la evolución del Cinturón Verde de Mendoza y expone los procesos que han moldeado este territorio a partir de múltiples actividades agrícolas y sociales, más allá de la vitivinicultura, visibilizando prácticas, economías e historias que durante décadas permanecieron relegadas.
En ese sentido, la investigación pone en valor bienes patrimoniales arquitectónicos, rurales y paisajísticos georreferenciados en áreas de Guaymallén, Maipú y otras zonas periurbanas, permitiendo comprender la diversidad de construcciones, infraestructuras, viviendas, capillas, canales y espacios productivos que conforman el acervo identitario de estos territorios y que hoy se encuentran bajo presión por los procesos urbanos, ambientales y económicos que atraviesa la provincia. Preservar ese patrimonio, se subrayó, implica resguardar memorias colectivas, modos de habitar y prácticas productivas que han sostenido a las comunidades a lo largo de generaciones.
Por su parte, Matías Esteves agradeció el reconocimiento legislativo y valoró la importancia de la distinción como herramienta para la difusión del trabajo académico. Arquitecto, doctor en Arquitectura y Urbanismo, investigador del CONICET y docente de la Universidad Nacional de Cuyo, explicó que su trayectoria está fuertemente vinculada al concepto de sostenibilidad en un sentido amplio, con especial énfasis en la dimensión social, muchas veces relegada frente a los enfoques económicos o ambientales.
El libro es el resultado de un extenso trabajo de campo iniciado durante la pandemia, con el apoyo de proyectos de investigación del CONICET y el acompañamiento del Fondo Nacional de las Artes para su edición. Lejos de limitarse a la arquitectura, la obra aborda la identidad, la memoria territorial y las estrategias de desarrollo futuro del paisaje agrícola mendocino.
El Cinturón Verde de Mendoza, integrado por las áreas irrigadas de Maipú y Guaymallén, constituye uno de los micropaisajes rurales más antiguos de la provincia y cumple un rol estratégico en términos de soberanía alimentaria. De acuerdo con datos del Instituto de Desarrollo Rural, esta región es el segundo productor de hortalizas a nivel nacional, abasteciendo no solo a Mendoza sino también a otras provincias del país.
La investigación se organiza en tres escalas de análisis. La primera aborda la evolución histórica y actual del Cinturón Verde como territorio amplio, desde las estancias ganaderas de la época colonial hasta la consolidación de la vitivinicultura a fines del siglo XIX y la posterior diversificación productiva con cultivos como hortalizas, frutales, olivo y legumbres.
La segunda escala reconstruye la historia de los distintos distritos rurales y urbanos de Maipú y Guaymallén, evidenciando sus profundas diferencias y singularidades. La tercera se centra en los bienes patrimoniales específicos, como industrias, estaciones ferroviarias, viviendas y capillas, vinculándolos con las dinámicas productivas, sociales y ambientales de cada distrito.
En total, se relevaron y georreferenciaron 248 bienes arquitectónicos, junto con elementos estructurales del territorio como canales, rutas y trazados históricos. Esta información permite identificar sectores con alto valor patrimonial y ofrece herramientas concretas para la planificación territorial, el diseño de rutas culturales y el fortalecimiento del turismo local e internacional, ampliando la mirada más allá de la tradicional ruta del vino.
La obra concluye que el paisaje mendocino es mucho más diverso de lo que habitualmente se reconoce, con al menos seis paisajes diferenciados que integran vitivinicultura, olivicultura, horticultura, humedales y áreas naturales. En ese sentido, el libro propone reconocer y poner en valor producciones con proyección internacional como el aceite de oliva, el ajo, el camote o la cereza, y los paisajes culturales que las sustentan.
